Una modalidad del quesillo o flan surgió a principios del siglo XX, cuando se empezaron a usar jugos de diversas frutas asi como tambien se exploraron otras posibilidades, como la de sustituír completamente o en parte la leche por líquidos como el café, el chocolate o la leche de coco.
De esos quesillos, uno de los favoritos era y sigue siendo el quesillo de piña. La foto la tomé de la web www.recetasgratis.net porque me agradó la forma en que está decorado con rodajas de piña (de lata a todas luces), guindas o cerezas marrasquino y bañado luego con un poquito de caramelo. Normalmente un quesillo no se decora, con el caramelo que lo cubre basta. Aunque, la verdad, a mi la foto me parece mas bien la de una torta de piña volteada.
1 litro de jugo de piña fresco. Tambien se puede usar la misma cantidad de jugo de piña enlatado, en cuyo caso se debe disminuír la cantidad de azúcar
½ Kg. de azúcar
10 huevos
12 cucharadas de azúcar para hacer un caramelo
Diluír el azúcar en el jugo de piña y llevar al fuego hasta lograr un almibar no muy grueso. Dejar enfriar.
Batir los huevos, hasta que queden bien unidos yemas y claras. Agregar el almibar de piña y mezclar bien.
Poner la mezcla en una quesillera en la cual se habrá hecho un caramelo con las 12 cucharadas de azúcar y un poquito de agua y se habrán cubierto con ese caramelo los lados de la quesillera. Tapar y cocinar al baño maría en la hornilla a fuego medio durante 1 hora o hasta que el palillo salga limpio.
Dejar enfriar antes de desmoldar.
Es de señalar que la textura de este postre es menos suave que la del clásico quesillo de leche.
me encanta mucho su receta y se ve muy deliciosa
Visto que no es mía, salvo por herencia de mi abuela, puedo decir sin modestia que si es deliciosa